El Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos (DMIA) se conmemora cada 7 de junio desde 2019. Según la Organización Panamericana de Salud (OPS), cada año, 600 millones de personas se enferman debido a los 200 tipos diferentes de enfermedades que pueden ser transmitidas por los alimentos. La población con menos recursos y la/os jóvenes están entre las/os más afectadas/os. Las enfermedades transmitidas por los alimentos causan 420.000 muertes evitables al año.

“En razón de lo anterior, este año no quisimos quedarnos fuera y organizamos una charla llamada ‘Inocuidad y cultura de la inocuidad alimentaria’, con Nicole Gutiérrez Jara, egresada de la carrera de Ingeniería en Industria Alimentaria y quien actualmente trabaja en el Programa de Evaluación Sensorial (PES) de la Facultad de Ciencias Naturales, Matemática y del Medio Ambiente”, agrega Mauricio Donders Orellana, coordinador del PES.

A la actividad, que se desarrolló en el Campus Macul de la UTEM, asistió María Soledad Toledo Bejar, nueva decana de la FCNMMA; así como Amalia Astete Erazo la directora de la Escuela de Industria Alimentaria y Biotecnología, y jefa de la carrera de Industria Alimentaria, ; además de estudiantes y ex alumnos.

El objetivo de esta conmemoración ha sido sensibilizar a la población sobre la importancia de la prevención, detección y gestión de riesgos a través de la inocuidad alimentaria, promoviendo debates, soluciones y formas de mejorar la salud humana, el comercio, la agricultura y el desarrollo sostenible. Desde la producción a la mesa, el llamado este año es que precisamente todas y todos se involucren en esta temática. Pero, ¿cómo se define la inocuidad alimentaria”.

Durante el evento, Gutiérrez Jara indicó que “el Codex Alimentarius indica que es la garantía de que un alimento no cause daño al consumidor, cuando este sea preparado o ingerido de acuerdo con el uso que se destine. En palabras simples, que yo al consumir algún tipo de alimento, no me genere alguna enfermedad”.

Manipulación poco cuidadosa de los alimentos

Los contaminantes de los alimentos pueden ser agentes biológicos, (bacterias, virus, hongos o parásitos), químicos o físicos (malas prácticas). “En este sentido, las normas alimentarias son una manera de garantizar la inocuidad alimentaria, además dentro de la industria de alimentos es la primera prioridad”, agrega Nicole Gutiérrez Jara.

Las personas con su sistema inmunológico deficiente, así como las/os adultas/os mayores, embarazadas y niñas/os son los más propensos a sufrir enfermedades más graves debido al poco cuidado en la manipulación de los alimentos. “Incluso la contaminación puede afectar la economía y el turismo de un país”, destaca la egresada UTEM.

Además de lo anterior, en el transcurso de la charla Nicole Gutiérrez Jara también hizo énfasis a la normativa existente actualmente en Chile en torno a esta materia y cómo las y los profesionales de Ingeniería en Industria Alimentaria tienen un rol clave en transmitir el conocimiento y la importancia de la inocuidad.

Sello diferenciador UTEM

“Es tarea de todas y todos empoderarnos de nuestros conocimientos y mostrar la relevancia de la inocuidad y no sólo dejarles esta responsabilidad a otros. Nosotros como profesionales de la UTEM tenemos un gran rol que jugar en este sentido”, enfatiza.

Y es que esta temática, particularmente en la Universidad Tecnológica Metropolitana es clave en la formación de sus profesionales. “La carrera entrega una base potente en esta materia. Tenemos tres grandes áreas: procesos, calidad sensorial y la inocuidad. Nuestro plus es este, a diferencia de otras/os profesionales”, comenta Gutiérrez Jara.

Al respecto, Amalia Astete Erazo, enfatiza que “en segundo año las y los estudiantes de nuestra universidad tienen el ramo de inocuidad alimentaria y una de las grandes características de este curso es que las/os alumnas/os conocen pequeñas y medianas empresas, realizan una labor de ‘fiscalización’ y al final del semestre les entregan a las organizaciones un informe con las falencias que tienen y propuestas para mejorar ello”.

“Tanta es la importancia que tiene la inocuidad que se está planteando la posibilidad de dictar algunos electivos o de libre acceso en esta temática”, agrega el profesor Donders Orellana.