Comunidad UTEM celebra Día de la Ingeniería en Alimentos
Autor: institucional|
La sala Multipropósito de la Biblioteca del Campus Ñuñoa albergó esta actividad que se conmemora el segundo viernes de octubre. “Como carrera, tenemos presentes la base tecnológica. Además, al ser ingenieras e ingenieros en Alimentos, tenemos sin lugar a duda una responsabilidad social. Desde el punto de vista de la sustentabilidad, también aportamos a la sociedad. Por ejemplo, recientemente, junto a otras/os profesionales de la facultad ganamos el Concurso Acción Sustentable, con el proyecto Biolubricantes”, comenta Mauricio Donders Orellana, director de la Escuela de Industria Alimentaria y Biotecnología; y jefe de la carrera Ingeniería en Industria Alimentaria.
El evento, realizado este 10 de octubre, contó con la asistencia de estudiantes, académicos, quienes disfrutaron de diversas exposiciones. Durante la primera de estas instancias, Alex Román Rojas, ingeniero en Industria Alimentaria de la UTEM y ejecutivo de ventas en MasterSense, conversó en torno a “De la receta tradicional al retail”.
En torno a esto indica que “tenemos una amalgama de información dentro de la carrera. Todo esto nos permite entender los problemas con distintos niveles de complejidad y también comprender de qué manera podemos transitar la solución de un problema, crear o resolver algo. Ahí es donde nuestra ingeniería se vuelve sumamente importante, porque no es simplemente hacer trabajo de calidad o de desarrollo. Muchas veces, implica hacer otro tipo de aplicaciones que complementan o suman a esa información”.
“Una de las tradiciones que tenemos en Chile y que ahora se hace de manera muy industrial, es el pan. Para mantener un resultado tradicional, la industrialización puede ser el cambio de maquinarias o el cambio de ingredientes como enzimas, por ejemplo, o una cámara de fermentación, que en su conjunto nos ayudarán a resolver de qué manera llevar esta receta tradicional al mercado”, señala.
Durante su presentación, Román Rojas expuso en torno a los mercados, la relevancia de su identificación, los segmentos de innovación en alimentos, las tendencias de consumo, entre otras temáticas.
En la segunda exposición, Nicole Gutiérrez Jara, también ex alumna de la carrera y actualmente miembro del Programa de Evaluación Sensorial y el Panel de Cata de Aceite de Oliva Virgen, expuso en torno a “Fraude alimentario y sus implicancias para el consumidor y la industria”.
Sobre esto indica que “si bien nuestro reglamento sanitario no define el fraude alimentario como tal, sí el artículo 99 habla del alimento adulterado y el alimento falsificado. La adulteración puede ser de forma intencional o no intencional”.
“El fraude alimentario siempre va a tener una motivación económica, o sea yo reemplazo un ingrediente de menor calidad y lo vendo como si fuera superior. Por otro lado, tenemos el concepto de defensa de los alimentos o terrorismo alimentario que surgió con el atentado de las torres gemas. En este caso en particular, la motivación siempre va a ser ideológica”, explica Gutiérrez Jara.
De acuerdo con la expositora, entre los productos con más historial de fraude se encuentra el aceite de oliva extra virgen, la miel, el pescado y los jugos frutales. “Las consecuencias del fraude alimentario son varias. Primero, la pérdida de la salud pública, pérdidas económicas, desconfianza de las/os consumidores, prestigio de las empresas y pérdidas de certificaciones de los productos”, comenta.
El evento concluyó con las palabras de Isidora Droguett Villalobos, presidenta del Centro de Alumnos de Ingeniería en Alimentos, quien destaca: “Hoy celebramos una disciplina que combina la ciencia, la tecnología y la innovación para mejorar la calidad de vida de las personas. Somos los guardianes de la seguridad alimentaria, las y los creadores de los productos saludables y sustentables, y las/os líderes que cambiarán la industria alimentaria”.