Manuel Arenas, quien tiene experiencia en investigación y ha dirigido tesis de magíster en otros programas, asume este rol por dos años para “mejorar el ingreso y los beneficios de los estudiantes”.

Busca también que “aumente el número de egresados y así se vea la contribución del programa a la investigación en el área de la Biomatemática. Junto con esto, nos interesa llegar a acuerdos de colaboración, tanto con otras unidades como con otras instituciones para lograr una buena articulación con otros programas, tanto en Chile como en el extranjero”.

Arenas agrega que entre las metas que se buscan para el magíster se espera lograr la certificación del programa. Y junto con esto, que una mayor cantidad de alumnos del programa realicen una buena investigación.

Este programa busca fortalecer el trabajo en equipos multidisciplinarios, en el ámbito de la investigación, desarrollo e innovación de problemáticas vinculadas a los sistemas biológicos, mediante herramientas del modelamiento matemático. Cuenta con tres líneas de investigación: Ecología Matemática, Epidemiología Matemática, y Biotecnología Matemática.

El Magíster de Biomatemática es un programa académico que tiene un carácter interdisciplinar. Si bien “constituye un importante desafío, también es una importante oportunidad, ya que la Biomatemática es una disciplina emergente”, dice Arenas.

Tendiendo puentes entre pregrado y magíster

Con 40 años de experiencia en docencia y 20 en investigación, además de experiencia profesional en el ámbito privado y público, Alejandra Poblete asume este cargo como un gran desafío y esperando poder contribuir para “tender los puentes del pregrado hacia el magíster, que los estudiantes se motiven y lo vean como un camino natural y necesario”.

Además, este programa no sólo está enfocado a diseñadores, sino que también a otros profesionales, ya que “incorpora elementos que permiten a personas de otras careras aterrizar en el diseño o que con herramientas de diseño encuentren soluciones interesantes e influyentes en otras áreas desde su profesión”.

El Magíster de Diseño en Tecnología e Innovación Social, que en este 2023 cumple el segundo año de su primera versión, tiene un foco social, el cual es clave para formar profesionales que sean agentes de cambio y puedan desarrollar soluciones acordes con la realidad de la sociedad.

Sobre la mirada social de este programa, su directora dice que “en el último tiempo más que nunca es patente y nítido que los recursos son escasos y limitados”. De ahí que los diseñadores deban preocuparse más que nunca de la elección y reutilización de los materiales con los que se construyen diferentes iniciativas. “Se debe mirar, entonces, cómo afectará lo que se haga en una comunidad, y con las herramientas de este magíster se podrán resolver de mejor manera estos problemas, los que son muy complejos”, indica Poblete.

La también académica e investigadora puntualiza que “hay que cerrar bien la primera
versión del magíster, visibilizar en el entorno lo que se está haciendo y tener una segunda versión para poder diseñar nuevas ofertas de magíster. Existen las ganas de tener no sólo un programa profesionalizante, sino que otro más académico”.