Rommy Zúñiga, académico UTEM: “El tema de la comunicación científica, de salir de la academia, es clave”
Autor: institucional|
Según un reciente estudio del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) sobre la evolución y características del grupo etario de adultos mayores, Chile avanza a un envejecimiento poblacional y se espera que en 2050 las personas mayores de 60 años sean poco más del tercio de la población.
Esto respondería a una baja en los niveles de fecundidad, la reducción de la mortalidad en edades tempranas y la mayor esperanza de vida, que se estima superará los 85 años en 2050.
En ese contexto, y entendiendo que octubre es el mes de la promoción de la salud en la Universidad Tecnológica Metropolitana, conversamos con el profesor Rommy Zúñiga -director del Departamento de Biotecnología de la Facultad de Ciencias Naturales, Matemática y Medio Ambiente de la UTEM- e integrante del Centro Interuniversitario de Envejecimiento Saludable (CIES), específicamente de la Línea Temática de Alimentos y Nutrición de Personas Mayores.
Recientemente el CIES participó del Festival de Ciencia de la Universidad de Santiago de Chile (USACH). ¿Cuál es la trascendencia de este tipo de actividades de vinculación con el medio para el centro y para usted como investigador?
– Esta actividad se realizó en el contexto de la Semana Nacional de las Ciencias y la importancia de este tipo de instancias, para toda persona que hace investigación, tiene que ver con la comunicación de la ciencia. Qué mejor para uno que está haciendo el trabajo de laboratorio o de campo, darse el tiempo para contarle a la gente, de manera directa, lo que está investigando.
El tema de la comunicación científica, de salir de la academia, es clave. Hay mucha información de calidad que no se exterioriza y estas instancias, en que se está uno a uno conversando, sirven para eso.
Creo que es importante recalcar también que el grupo humano del CIES trabaja por un objetivo común que tiene directamente repercusión en la población. Lo que nosotros investigamos lo vemos en las personas y repercute directamente en la vida de los adultos mayores, creo que eso es destacable en torno al trabajo que hacemos.
¿Desde cuándo usted colabora en el CIES como académico de la UTEM?
– Hace algún tiempo las universidades del Estado generaron instancias transversales de interacción, por ejemplo, de investigación, docencia, temas de vinculación con el medio, comunicaciones. Entonces se armaron mesas temáticas en torno a esto. Nosotros en particular, en 2017 participamos del Primer Encuentro de Investigadores de las Universidades Estatales de Chile, cuyo objetivo fue trabajar en proyectos asociativos en áreas estratégicas para el país, entre ellas: hábitat sustentable, energía, interculturalidad, diversidad e inclusión, educación, minería y envejecimiento sustentable. En esta última es donde trabajamos nosotros y desde esa fecha hasta el 2019 trabajamos como mesa.
Durante la pandemia, hicimos muchas actividades online y ahí empezamos a trabajar en el tema del CIES, porque se nos informó que el Consorcio de Universidades del Estado de Chile -CUECH- iba a tener proyectos de este tipo. Entonces preparamos nuestra propuesta, la presentamos y fue aprobada la creación de este centro interuniversitario. Actualmente, el CIES tiene financiamiento por tres años, con posibilidades de alargue.
En el CIES trabajan profesionales de diversas áreas y usted es el único académico de la UTEM, por ahora, que pertenece a este centro, ¿de qué manera trabajan en conjunto en torno al envejecimiento saludable?
-Una de las particularidades del centro es que contamos con profesionales que diseñan alimentos, y también con quienes se dedican al área clínica y que pueden testear. Desde ese punto de vista, lo más relevante es que nuestro grupo es claramente un grupo interdisciplinario, por lo tanto, podemos atacar grandes problemas.
Las temáticas multifactoriales deben ser abordadas desde distintas áreas y eso es lo que hace el CIES, intenta atacar el tema del envejecimiento en diversas aristas y líneas temáticas. Ahora, ellas se cruzan también, hay una línea de odontogeriatría, que ve la salud bucal de los adultos mayores, y que está trabajando con medicina y nosotros para el diseño de alimentos que pueden mejorar la salud bucal.
Hoy en el centro están abordando a nivel de investigación distintas temáticas interesantes para las personas mayores, ¿cuáles son algunos de los proyectos en los que está trabajando?
-Hoy, por ejemplo, soy director alterno de un proyecto en el que analizamos qué pasa si sacamos parte de la harina de trigo del pan tipo hallulla y lo reemplazamos por harina de legumbres, qué pasa con el índice glicémico, con la absorción de azúcar. Obviamente, enfocado en personas mayores, porque hoy el tema de la malnutrición de este grupo etario se da más por exceso que por deficiencia. Las personas tienen bajos índices de micronutrientes, pero muchas calorías. Ahí estamos trabajando con colegas de la Universidad de Talca, Universidad del Bío-Bío, la Universidad de Santiago de Chile y de la Universidad de Valparaíso.
Además, actualmente estoy trabajando en un Fondecyt que es un proyecto de investigación básica en el que estamos utilizando algunas moléculas del té verde, básicamente catequinas, que sabemos que tienen propiedades antioxidantes para incluirlas en matrices de tipo lácteo. La idea es que, en estas matrices, a través de modificaciones de tipo molecular que hacemos entre las proteínas y los polifenoles, sean capaces de mantener la actividad del polifenol durante el almacenamiento y además protegerlo durante el paso por el tracto gastrointestinal, de manera que sean absorbidos y hagan el trabajo que tienen que hacer, que en el fondo es trabajar como antioxidantes, pero dentro de otro organismo. Se trata de un proyecto que está en desarrollo, llevamos tres años realizándolo y nos queda hasta septiembre del próximo año.