Con gran entusiasmo y emoción, el sábado 23 de noviembre se realizó la jornada de cierre del Programa Propedéutico 2024 en la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM). Este programa, que inició en el año 2010, ha crecido significativamente, invitando a más de 135 establecimientos educacionales de la Región Metropolitana y la Región Libertador General Bernardo O’Higgins.

En su versión 2024, el propedéutico recibió cerca de 1.000 inscripciones iniciales en julio. De ellos, alrededor de 600 estudiantes asistieron regularmente a las sedes de Ñuñoa y Área Central durante las siete semanas de clases presenciales, que comenzaron el 28 de septiembre. Finalmente, cerca de 460 estudiantes completaron las 14 sesiones divididas entre los módulos Gestión Personal y Competencias para la Educación Superior, lo que les permitirá matricularse en la UTEM en 2025 si cumplen con los requisitos de la PAES y el FUAS.

“Para nosotros siempre la jornada de cierre es un evento importante porque finalmente el evento lo hacemos para las y los estudiantes que asistieron a las sesiones y que quieren matricularse con nosotros”, comentó Karina Castañeda Zúñiga, encargada del Propedéutico en la Dirección de Desarrollo Estudiantil (DDE).

Castañeda agregó que “nos causa mucha emoción como se van ellos de felices, como están comprometidas las diferentes carreras y escuelas de la universidad”.

Ampliando oportunidades de acceso

El Programa Propedéutico busca ofrecer un acceso más equitativo a la educación superior, trabajando con estudiantes destacados del 30% superior de rendimiento académico en cuarto medio. Este enfoque se traduce en una experiencia enriquecedora para los participantes, quienes reciben orientación vocacional y exploran las diferentes carreras que ofrece la universidad.

La decana de la Facultad de Humanidades y Tecnologías de la Comunicación Social, Julia Cerda Carvajal, indica que “sabemos que estos son accesos que necesitan algunos chicos. En general hoy en día la universidad está en muy buenas condiciones para que los jóvenes que vienen a trabajar con nosotros estos tres meses puedan quedarse. Además, el equipo del propedéutico tiene las competencias muy adecuadas junto con los que dirigen el PACE para generar que esta propuesta de acceso sea igualitaria”.

Asimismo, destacó la importancia de esta iniciativa para estudiantes de primera generación universitaria: “La importancia que tiene el acompañamiento de aquellos chicos y chicas que no tienen idea qué es entrar a una universidad porque en sus familias no hay testimonios. Por lo tanto, este programa es valiosísimo en experiencia para quienes lo hacen y para quienes lo reciben. Para la universidad es un valor, es enriquecimiento. La universidad le da la opción de elegir su carrera y de saber en qué momento de su proyecto de vida se encuentra”.

Para Karina Castañeda Zúñiga “estamos ampliando oportunidades y mostrando que la universidad tiene un sello social que nos diferencia de otras instituciones de educación superior. Los estudiantes lo tienen muy claro, y es una de las razones por las que finalmente se quedan con nosotros para cumplir sus sueños futuros”.

Campus Ñuñoa

La actividad también tuvo foco en el Campus Ñuñoa, en el que se dieron cita poco más de 150 jóvenes. En la oportunidad, la vicerrectora académica Sandra Gaete Mejías, destacó que el propedéutico es un programa fundamental para la institución “por el rol que cumple como universidad pública de fortalecer el ingreso de estudiantes que no siempre tienen las mismas oportunidades a la universidad, prepararlos para que puedan enfrentar su primer año académico. Es emblemático para nosotros y un gran orgullo”.

Subrayó también que “más de 120 colegios participaron este año, lo que nos lleva a pensar que el mundo educacional piensa en la UTEM y cada vez la va conociendo más. Estamos muy orgullosos de lo que hemos logrado”.

Por su parte, la decana de la Facultad de Ciencias Naturales, Matemática y del Medio Ambiente UTEM, María Soledad Toledo Béjar, enfatizó que “nuestra idea es entregar un apoyo para que los jóvenes que participan del programa tomen una buena decisión, reforzando el interés en el área de la ciencia o de la ingeniería y -con ello- que opten correctamente en torno a qué quieren estudiar compartiendo las alternativas que ofrece nuestra institución, de manera que la conozcan por dentro, al grupo académico, el espacio en el que ellos y ellas podrían estar”.

Para la académica, todo lo recibido por parte de las y los jóvenes “es un plus a la hora de tomar una decisión”.

Mirada estudiantil

Las y los estudiantes así lo hicieron saber, de hecho. En Ñuñoa, Dilan Barrientos, destacó que “aprendimos sobre las carreras e hicimos varias actividades como para saber de qué se trataban las carreras y de cómo podríamos aportar con nuestros puntos de vista e intereses. Se trata de una información muy valiosa la que recibimos”.

Por su parte, Matilda González, encontró “muy bueno el conocimiento que tenemos ahora de las diferentes ingenierías. Fue una experiencia muy práctica y dinámica que me gustó bastante”.

En Casa Central, en tanto, la estudiante de la Corporación Educacional San Luis Pasteur de la comuna de Padre Hurtado, Valentina Cancino Kaelin, señala que “lo primero que me gustó es el trato, desde que llegamos, el interés que tienen por cada uno de nosotros, de recibirnos y tratar de que nos quedemos en la universidad, eso nos da un valor muy importante, nos tratan de futuros profesionales y ver sus experiencias nos hace sentir especiales”.

Asimismo, Eduardo de la Jara Tobar, adulto mayor de 70 años, quien terminó cuarto medio este año en el Liceo Bicentenario de la comuna de Isla de Maipo, comenta que “mi idea era terminar la enseñanza media, porque había llegado hasta primero medio. Este año me dijeron que tenía un promedio que me daba acceso a la educación superior, así que se me dio esa oportunidad y acá estoy. Me ha parecido excelente, todo esto es nuevo para mí, la disposición que tienen los profesores y profesoras es excelente, ya tengo clara mi decisión para continuar”.